Esta nueva escuela de pensamiento económico surgió en la Francia del siglo XVIII desde dónde se extendió a gran parte de los países europeos. Varios fueron los motivos para que fuese Francia la nación que idease esta manera de entender la economía: el siglo XVIII francés careció de medios económicos liberalizados y por tanto el peso agrario fue grande. Además, la crisis que sufrió la Francia del rey Sol en los últimos años del siglo XVII cuando otra concepción económica opuesta estaba en boga creó una mentalidad de necesariedad de viraje en el plano económico.
La fisiocracia ante ello, supone una reacción ante el colbertismo imperante y en quiebra, motivo básico de su aparición en Francia.
La fisiocracia es una teoría que tiende a revalorizar el producto agrícola. Mientras que el mercantilismo partía de un concepto estático de riqueza, la fisiocracia sí concibe la creación de riqueza: a través de la agricultura y del concepto de producto neto. Es más, en la mentalidad fisiócrata la tierra es la única fuente de creación de riqueza.
En la Francia del siglo XVIII la aristocracia terrateniente seguía teniendo un poder fundamental, y con la revalorización fisiocrática del papel de este sector, la fisiocracia socialmente supone una legitimación del conservadurismo social, y también ello supone el porqué de su éxito y fácil implantación.
Todos estos elementos unidos dan una primacía de la agricultura para la concepción económica de la época, siendo el resto de medios concebidos como dependientes. Asimismo, la estrecha vinculación de la fisiocracia con la ilustración dada en el paralelismo entre búsqueda de la riqueza y búsqueda de la felicidad por las que ambas corrientes respectivamente enfilan sus objetivos, hace ver el encaje de este pensamiento económico en el computo del pensamiento del siglo XVIII.
Los principales autores de la fisiocracia francesa fueron:
a) Quesnay (1694-1794) autor de Le Tableau Economique, fue médico de la corte versallesca de Luis XV, siendo el médico particular de la amante del rey. En su obra de 1758, marcó unos sistemas de análisis que todavía hoy se utilizan.
b) Jacques Turgot (1727-1781) Fue ministro de Luis XV y un fisiócrata tardío, en principio fue comerciante y estuvo vinculado a la reforma agrícola francesa de la década de los 70´ y 80´.
c) Pierre Dupont de Nemours (1778-1817) Fue el gran difusor de la fisiocracia: editó obras agrícolas (que incluso tenían difusión en el mundo rural) publicó calendarios, predicciones meteorológicas... Tras la revolución francesa emigró a América dónde hizo fortuna y creó una compañía comercial con su nombre que tuvo gran éxito.
Este sistema apoyó numerosas tesis sobre el sostenimiento del absolutismo, lo que advierte una naturaleza contrarrevolucionaria de esta doctrina económica. Ello fue posible gracias al ideal del absolutismo ilustrado de conservar la jerarquía social pero reformando el sistema político, algo en lo que la fisiocracia cuajaba debido a su apoyo en la jerarquía rural, aunque a la vez introduciendo un germen de conflicto al desplazar el concepto de estatismo de la riqueza.
Desde su apoyo al poder establecido a la par que preconizando el laissez faire, la fisiocracia creó el concepto de producto neto: la diferencia resultante de la producción total agrícola menos lo que se haya invertido en la producción y sus gastos. Ello supone el sinónimo de riqueza y por ello la fisiocracia tiene por objeto sólo que ese producto neto sea cuanto más grande mejor, aunque siempre redundando en el beneficio de los propietarios. Sin embargo, ello suponía que todos los propietarios debían poner sus tierras en labor, lo que muchas veces era contrario al concepto de muchos propietarios. Dentro del propio apoyo a la jerarquía, se introduce una presión sobre el modelo económico todavía en boga, creando un germen de disonancia en la propia estructura económica, y estableciendo ello un paralelismo con lo que el despotismo ilustrado significó en el plano político: una reforma desde dentro del sistema, a la vez que la inserción de argumentaciones y procedimientos teóricos que bien pueden utilizarse como contestación a él.
En este sentido, la monarquía ha de fomentar esa producción, beneficiándose de ello ya que aumentando la riqueza se aumentaría el ingreso fiscal.
El contexto de la fisiocracia también lo es de reforma fiscal. El sistema fiscal del siglo XVIII se caracterizaba por un conglomerado de impuestos de origen medieval desunificados y sin coherencia. En el reinado de Fernando VI en España, se intentó imponer un impuesto único, directo y progresivo, el llamado impuesto de única contribución. Con ello se pretendía reducir esta amalgama tributaria caótica. Este proyecto bebe de las ideas fisiócratas, las de concebir una riqueza en progreso y con el rey como último beneficiario. Sin embargo, ello también significó un ataque contra el sistema tradicional de privilegios.
Para los fisiócratas el comerco es una actividad estéril, pues no genera producción, siendo la única capaz de ello la agricultura. Para ellos el precio solamente debía cubrir las necesidades del asalariado, nada más. El concepto de riqueza una vez más es trastocado, cambiando quien se beneficia y como se produce.
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