lunes, 22 de octubre de 2007

I.Introducción a la Historia Económica


1. Introducción

La Edad Moderna se caracteriza por la internacionalización y desarrollo del capitalismo mercantil y por la pervivencia de relaciones de tipo feudal.

Periodo de numerosos descubrimientos geográficos, de conquista y colonización de nuevos territorios, de apertura de nuevas rutas comerciales que, por primera vez, se extienden por todo el mundo estimulando el crecimiento de los núcleos urbanos y sus actividades.

Frente a este desarrollo de la vida urbana encontramos una gran mayoría de población sujeta a una economía predominantemente rural, de técnicas rudimentarias y rendimientos escasos o incluso decrecientes. A ello se añaden las crisis de mortalidad cíclicas. Estas crisis suponen un estancamiento del comportamiento demográfico. Solo en el siglo XVIII, y a partir de la segunda mitad, cambia el ritmo de crecimiento poblacional con un aumento sin precedentes. Es en Inglaterra donde la economía se transforma en primer lugar con los cambios en el sistema productivo como consecuencia de la Revolución Agrícola e Industrial. No obstante el proceso de transformación del feudalismo al capitalismo reviste gran complejidad y ha suscitado diversos debates.

Las dos doctrinas económicas predominantes de la época moderna fueron el mercantilismo y la fisiocracia hasta el desarrollo en el siglo XVIII del pensamiento económico liberal. De hecho la economía fue más una cuestión práctica que teórica y fue continuamente sometida a una rígida intervención estatal. Aunque existió una preocupación por la naturaleza del proceso económico, nunca se elaboró un modelo teórico, ya que la Economía no se conceptualizaba como ciencia ni se consideraba separada de la acción política.


2. El nacimiento y desarrollo de la Historia Económica


Hoy en día consideramos la Historia y la Economía como disciplinas bien diferenciadas, tanto por su objeto como por su método. La Economía es una ciencia social aplicada que utiliza métodos cuantitativos como la estadística y tiene por objeto de estudio los procesos económicos actuales. Por su parte, la Historia tiene por objeto el estudio del pasado y recurre al resto de ciencias sociales (geografía, economía, demografía…)

Sin embargo, la situación era muy distinta en los siglos XVIII y XIX. El surgimiento de la economía como ciencia suele remontarse a la publicación de La riqueza de las naciones en 1776. La ciencia de la Historia tardaría algunas décadas más en adoptar sus primeras formulaciones, pero en el siglo XIX, los productos desarrollados por historiadores de corte positivista o historicista dejaban de lado los aspectos económicos para ofrecer una visión política de la historia.

En el siglo XX se produjo la revolución historiográfica que renovó el interés por la economía. La Historia se renovaba como ciencia multidisciplinar. En la visión propuesta por la primera generación de los Annales, Bloch y Febvre proponían una historia económica y social que se apoyara en otras ciencias como la economía, la geografía, la antropología o la lingüística.

En el ámbito británico, los historiadores marxistas. Dobb, Hill, Hilton, Sweezy, renovaron el interés por un viejo tema estudiado por Marx y los primeros economistas clásicos: La transición del feudalismo al capitalismo, en un debate que se desarrolló durante años en varios artículos, como consecuencia de unos comentarios de Sweezy al libro de Maurice Dobb: Estudios sobre el desarrollo del capitalismo. El debate sobre la transición interesó a historiadores fuera del ámbito británico: Lefebvre y Takahashi participaron en él desde Francia y Japón respectivamente.

Las cuestiones sobre la transición al capitalismo interesaron también a las otras grandes corrientes de historia económica que se han desarrollado durante el siglo XX:

La Historia Económica de principios de siglo, encarnada por Schumpeter, Juznets y Rostow; estaba preocupada por las teorías del desarrollo y la búsqueda de un modelo global explicativo.

Una de las teorías que ha tenido más audiencia sobre todo en el ámbito de los economistas ha sido la desarrollada por el profesor Rostow. En su explicación, Rostow conceptualizaba cinco estadios de desarrollo de las sociedades humanas que simplificaban las etapas de desarrollo económico de la humanidad. Desde las sociedades antiguas a las precondiciones para el despegue y el take off (despegue o revolución industrial) que daba paso a las sociedades capitalistas modernas.

Schumpeter es otro clásico del análisis económico y de la historia económica. Profesor de la universidad de Harward, es famosa su teoría del crecimiento económico desarrollada en el libro del mismo título. Su concepción de la economía es cíclica, aunque finalmente el capitalismo estaba abocado al colapso. Para Schumpeter la aparición del capitalismo es consecuencia de una racionalización de las mentes que dio lugar a una práctica más racionalizada de la economía a partir de la Edad Media. Sin embargo, no es capaz de dar una definición clara de lo que es la Economía. En su monumental obra póstuma Historia del Análisis Económico, Schumpeter define el análisis económico, pero admite como datos lo que él llama fenómenos económicos.

En el siglo XX con el desarrollo de la teoría económica neoclásica y Keynesiana se puso en cuestión la concepción de lo que eran los fenómenos económicos y el ámbito de estudio de la economía.

Esto tiene mucho que ver en la polémica planteada entre historiadores, economistas y antropólogos a lo largo del siglo XX y que gira en torno a las dos grandes concepciones teóricas de lo que es la economía. La tendencia formalista, conceptualiza la economía como una ciencia dedicada a estudiar el comportamiento humano en relación con la utilización de medios escasos para maximizar sus necesidades. La tendencia sustantiva considera la economía como el estudio de cuestiones relativas a la producción, distribución y consumo de recursos en las sociedades humanas.

Los primeros economistas clásicos: Smith, Ricardo, Malthus, por supuesto Marx; se preocupaban por cuestiones relativas al abastecimiento, a la producción y la distribución de recursos. La teoría económica neoclásica convirtió la economía en una teoría de la toma de decisiones en el mercado. Se admitió la economía de mercado como el marco natural de las relaciones económicas y se aplicó el modelo a todas las sociedades anteriores ignorando las diferencias en los sistemas productivos humanos, el estudio de la historia quedó reducido al estudio de dos sociedades, la antigua (caracterizada por la irracionalidad y la incapacidad para producir excedente), y la moderna, capitalista e industrial.

El homo hoeconómicus explicaba el comportamiento humano en todas las épocas. Estas robinsonadas son típicas de los economistas desde Adam Smith y son una constante en las simplificaciones históricas planteadas en el estudio de la historia por los economistas. Adam Smith creía que el origen del capitalismo estaba en la tendencia al intercambio inherente a todos los seres humanos, la tendencia natural a trocar y a obtener beneficio.

Esta misma concepción del comportamiento humano ha sido aplicada al estudio del comportamiento económico del pasado. En esta línea han destacado los estudios de la New Economic History.

La cliometría llevó en USA a la radicalización de la cientifización y la matematización de la historia, de los conceptos y categorías históricas.

Este tipo de historia era realizada por economistas sin formación de historiadores que intentaban aplicar las leyes económicas capitalistas a otras épocas (con lo que caían en un peligroso anacronismo) con la dificultad añadida de necesitar datos estadísticos fiables.

Son interesantes los trabajos de Fogel sobre el impacto del ferrocarril en la revolución industrial utilizando hipótesis contrafactuales; sin embargo, se ha criticado a estos economistas metidos a historiadores su anacronismo y su excesiva abstracción que les llevaba a dejar de lado factores históricos de suma importancia. Genovese fue especialmente crítico con la aplicación de este método al sur esclavista de EEUU por parte de Meyer y Conrad al considerar una falacia analizar un sistema como el esclavista únicamente desde el punto de vista teórico.

Sin embargo, durante el siglo XX, la tendencia sustantiva del estudio de la economía ha sido predominante entre los historiadores dedicados al estudio de la historia económica. Este planteamiento ha señalado la especificidad de cada época histórica y la inaplicabilidad del modelo de mercado a sociedades anteriores a la capitalista.

El estudio total de la historia implicaba el estudio económico, algo planteado por Bloch y Febvre con su manifiesto fundacional de los Annales y presente en la obra de Braudel. La economía debía estudiarse dentro de su marco histórico. Tiene unos ritmos propios, señalados por Braudel.

La Historia serial, dentro de la escuela de los Annales (Labrousse), es un ejemplo de esta forma de plantear el estudio económico del pasado. Procuraba no dejar de lado los factores económicos de los sociales y se basaba en el uso de series de datos numéricos teniendo en cuenta lo específico de las leyes económicas de cada época. Los estudios de los marxistas británicos sobre la transición del feudalismo al capitalismo se encuadran dentro de esta línea teórica.

En época más moderna, y los estudios de sistema mundo desarrollados por Wallerstein, Amin y Gunder Frank han vuelto a poner en cuestión el problema de los orígenes del capitalismo y el nacimiento de la economía mundo. La época moderna es una encrucijada en la que se producen los cambios fundamentales que dan origen al capitalismo.


Bibliografía

ARÓSTEGUI, J. (1995) : La investigación histórica: teoría y método. Crítica, Barcelona.

BARBER, J.W. (2005) : Historia del pensamiento económico. Alianza Universidad, Madrid.

BLOCH, M. (2001) : Introducción a la historia. Fondo de Cultura Económica, México.

BRAUDEL, F. (2005) : Las ambiciones de la Historia. Crítica, Barcelona.

HOBSBAWM, E.: (1998) : Sobre la historia. Crítica, Barcelona.

Páginas web:

http://www.rae.es/.

http://www.cch.unam.mx/historiagenda/6/contenido/st4.htm




Mercedes Esbri Ollero







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