domingo, 28 de octubre de 2007

II. El Pensamiento Económico en los Siglos Modernos

1. La herencia medieval

Las teorías económicas modernas resultan incomprensibles si no tenemos en cuenta la gran influencia que ejerce sobre ellas el pensamiento medieval cristiano. Este se había ido formando a través de dos fórmulas: por un lado el derecho romano y por otro la tradición judía. El derecho romano había sido una herramienta vigente durante los siglos medievales, pero va a ser a partir del siglo XIII cuando este experimente un verdadero renacimiento gracias a la oposición del mismo a la tradición germana. Este renacer del derecho romano hay que vincularlo con el fortalecimiento de la autoridad real y el asentamiento de la propiedad privada.

A continuación vamos a ver dos autores considerados como "clave" para comprender el pensamiento económico del medievo.

El primero de ellos es Santo Tomás de Aquino, considerado como uno de los principales teólogos de la Edad Media. Dentro de su obra podemos encontrar algunas reflexiones sobre aspectos económicos. Por ejemplo en su obra Summa Teológica aparecen reflexiones sobre el fraude cometido en las operaciones de compra-venta desde un punto de vista moral y teológico.

Santo Tomás va a reflexionar acerca de los cambios económicos que se estaban produciendo en su época como la aparición de cofradías mercantiles en el siglo XIII. También percibe la existencia de ciertos fenómenos primitivos en el mercado. Además observa el problema que se plantea con el monopolio que practican los gremios. Estos controlaban todo el proceso de producción y comercialización. Santo Tomás llega a la conclusión de que aquellos productos cuyos precios están vinculados al monopolio gremial son más altos que los que no lo están. Es a partir de esto sobre lo que elabora su teoría sobre el "Precio Justo", en la que concluirá que un precio superior al justo era pecado, mientras que el precio justo se consideraba con una virtud. Santo Tomás, aunque percibió dicho fenómeno, no elaboró sin embargo ninguna teoría en la que se estableciese el precio justo, debido en gran parte a que no concibió el salario como parte de ese precio justo y su lógica venía dada por la necesidad de conservar el orden social vigente.

Otra de las cuestiones que aborda en esta obra es la de los intereses y la usura, en los cuales veía fines perversos. Además señala que estos debían estar penados por la justicia civil, como ya lo hacía la justicia religiosa. Considera que el cobro de intereses,, además de ser un pecado, se incurría en el delito de usura. Para Santo Tomás el beneficio estaba condenado y por ello quien obtenía beneficios era un pecador.

Vemos pues que se trata de una religión que no buscaba los fines del capitalismo en un momento en el que precisamente estos empezaban a adquirir más fuerza. Esto dio lugar a un proceso de adaptación que culminó en el siglo XVII con la introducción del concepto del "lucro cesante", por el cual un prestamista tendría derecho a una compensación económica por el dinero que había prestado, ya que este se veía imposibilitado de invertir ese dinero en otras actividades económicas durante este periodo de tiempo. Este proceso de adaptación sin embargo tuvo muchos detractores, es por ello que su conformidad con él dependa del autor. La aceptación de el beneficio total no se dará hasta finales de la Edad Moderna.


Nicolás de Oresme es la segunda figura de la que vamos a tratar. Oresme fue un pensador francés que plantea reflexiones económicas centrándose especialmente en el comercio y la moneda. Es uno de los primeros monetaristas de la Historia. Con su doctrina pretende asentar al rey en materia económica.

Sobre estos preceptos Oresme nos habla de cual debe ser la actitud del príncipe ante el comercio. El soberano no debe oponerse al comercio, sino favorecerlo para generar riqueza, aumentar la felicidad de sus súbditos y al mismo tiempo engordar sus arcas. Hay que tener en cuanta que Oresme escribe durante la Guerra de los 100 años, en una época en que la posición de a monarquía era débil y beligerante.

En relación a la moneda Oresme dice que el monarca ha de defenderla. En el Antiguo Régimen las monedas tenían un valor intrínseco, que viene dado por el material en que la moneda esta acuñada y por el peso, y un valor facial o nominal, que es el valor que se le asignaba. Para Oresme una de las funciones del rey era la de fijar el valor facial. Si la moneda tenía un valor facial de 10 el valor intrínseco debía ser algo menor, pues la diferencia le correspondía al rey en pago a los gastos de acuñación (premio de acuñación). Para Oresme tanto el rey como los parlamentos debían garantizar la estabilidad de la moneda.

Oresme va a establecer tres malos usos de la moneda: el cambio , custodia y tráfico monetario. Consideró perjudicial en este sentido la usura. Uno de los delitos más graves era la manipulación de la moneda, por ello nadie que la alterase podía quedar impune.

Para Oresme la clave estaba en la moneda controlada por el rey, la cual nadie pudiese alterar, pues esta, en términos políticos, era la consustanciación del rey.

2. El mercantilismo


Mercantilismo es el conjunto de escritos económicos junto a la práctica económica que se da en Europa a mediados del siglo XVI y en las décadas centrales del XVII. Posee dos ámbitos de estudio: la realidad económica y la teoría y el ámbito intelectual.
La característica básica del mercantilismo es el intervencionismo, la presencia constante de la monarquía, la acumulación de moneda, el autoabastecimiento, el medir la riqueza de un país en función del material precioso acumulado, etc. La presencia del rey en la economía según los mercantilistas ha de ser constante. esta "omnipresencia" del rey hay que entenderla dentro de un proceso de fortalecimiento del poder real. El intervencionismo se desarrolla a partir de una legislación reguladora con dos objetivos: aumentar la riqueza del rey y asentar el poder tanto social como económico de las élites.
Este fortalecimiento de la autoridad no implica una pérdida de poder por parte de la nobleza puesto que el poder de estos también se ve aumentado. El poder de los nobles se vio reestructurado cambiando el concepto feudal de poder local por uno cortesano e instrumental. Gracias a esto se comenzaron a tejer una serie de redes de relaciones clientelares en torno al rey, representante del poder absoluto.
Rubén Madrid Fernández

lunes, 22 de octubre de 2007

I.Introducción a la Historia Económica


1. Introducción

La Edad Moderna se caracteriza por la internacionalización y desarrollo del capitalismo mercantil y por la pervivencia de relaciones de tipo feudal.

Periodo de numerosos descubrimientos geográficos, de conquista y colonización de nuevos territorios, de apertura de nuevas rutas comerciales que, por primera vez, se extienden por todo el mundo estimulando el crecimiento de los núcleos urbanos y sus actividades.

Frente a este desarrollo de la vida urbana encontramos una gran mayoría de población sujeta a una economía predominantemente rural, de técnicas rudimentarias y rendimientos escasos o incluso decrecientes. A ello se añaden las crisis de mortalidad cíclicas. Estas crisis suponen un estancamiento del comportamiento demográfico. Solo en el siglo XVIII, y a partir de la segunda mitad, cambia el ritmo de crecimiento poblacional con un aumento sin precedentes. Es en Inglaterra donde la economía se transforma en primer lugar con los cambios en el sistema productivo como consecuencia de la Revolución Agrícola e Industrial. No obstante el proceso de transformación del feudalismo al capitalismo reviste gran complejidad y ha suscitado diversos debates.

Las dos doctrinas económicas predominantes de la época moderna fueron el mercantilismo y la fisiocracia hasta el desarrollo en el siglo XVIII del pensamiento económico liberal. De hecho la economía fue más una cuestión práctica que teórica y fue continuamente sometida a una rígida intervención estatal. Aunque existió una preocupación por la naturaleza del proceso económico, nunca se elaboró un modelo teórico, ya que la Economía no se conceptualizaba como ciencia ni se consideraba separada de la acción política.


2. El nacimiento y desarrollo de la Historia Económica


Hoy en día consideramos la Historia y la Economía como disciplinas bien diferenciadas, tanto por su objeto como por su método. La Economía es una ciencia social aplicada que utiliza métodos cuantitativos como la estadística y tiene por objeto de estudio los procesos económicos actuales. Por su parte, la Historia tiene por objeto el estudio del pasado y recurre al resto de ciencias sociales (geografía, economía, demografía…)

Sin embargo, la situación era muy distinta en los siglos XVIII y XIX. El surgimiento de la economía como ciencia suele remontarse a la publicación de La riqueza de las naciones en 1776. La ciencia de la Historia tardaría algunas décadas más en adoptar sus primeras formulaciones, pero en el siglo XIX, los productos desarrollados por historiadores de corte positivista o historicista dejaban de lado los aspectos económicos para ofrecer una visión política de la historia.

En el siglo XX se produjo la revolución historiográfica que renovó el interés por la economía. La Historia se renovaba como ciencia multidisciplinar. En la visión propuesta por la primera generación de los Annales, Bloch y Febvre proponían una historia económica y social que se apoyara en otras ciencias como la economía, la geografía, la antropología o la lingüística.

En el ámbito británico, los historiadores marxistas. Dobb, Hill, Hilton, Sweezy, renovaron el interés por un viejo tema estudiado por Marx y los primeros economistas clásicos: La transición del feudalismo al capitalismo, en un debate que se desarrolló durante años en varios artículos, como consecuencia de unos comentarios de Sweezy al libro de Maurice Dobb: Estudios sobre el desarrollo del capitalismo. El debate sobre la transición interesó a historiadores fuera del ámbito británico: Lefebvre y Takahashi participaron en él desde Francia y Japón respectivamente.

Las cuestiones sobre la transición al capitalismo interesaron también a las otras grandes corrientes de historia económica que se han desarrollado durante el siglo XX:

La Historia Económica de principios de siglo, encarnada por Schumpeter, Juznets y Rostow; estaba preocupada por las teorías del desarrollo y la búsqueda de un modelo global explicativo.

Una de las teorías que ha tenido más audiencia sobre todo en el ámbito de los economistas ha sido la desarrollada por el profesor Rostow. En su explicación, Rostow conceptualizaba cinco estadios de desarrollo de las sociedades humanas que simplificaban las etapas de desarrollo económico de la humanidad. Desde las sociedades antiguas a las precondiciones para el despegue y el take off (despegue o revolución industrial) que daba paso a las sociedades capitalistas modernas.

Schumpeter es otro clásico del análisis económico y de la historia económica. Profesor de la universidad de Harward, es famosa su teoría del crecimiento económico desarrollada en el libro del mismo título. Su concepción de la economía es cíclica, aunque finalmente el capitalismo estaba abocado al colapso. Para Schumpeter la aparición del capitalismo es consecuencia de una racionalización de las mentes que dio lugar a una práctica más racionalizada de la economía a partir de la Edad Media. Sin embargo, no es capaz de dar una definición clara de lo que es la Economía. En su monumental obra póstuma Historia del Análisis Económico, Schumpeter define el análisis económico, pero admite como datos lo que él llama fenómenos económicos.

En el siglo XX con el desarrollo de la teoría económica neoclásica y Keynesiana se puso en cuestión la concepción de lo que eran los fenómenos económicos y el ámbito de estudio de la economía.

Esto tiene mucho que ver en la polémica planteada entre historiadores, economistas y antropólogos a lo largo del siglo XX y que gira en torno a las dos grandes concepciones teóricas de lo que es la economía. La tendencia formalista, conceptualiza la economía como una ciencia dedicada a estudiar el comportamiento humano en relación con la utilización de medios escasos para maximizar sus necesidades. La tendencia sustantiva considera la economía como el estudio de cuestiones relativas a la producción, distribución y consumo de recursos en las sociedades humanas.

Los primeros economistas clásicos: Smith, Ricardo, Malthus, por supuesto Marx; se preocupaban por cuestiones relativas al abastecimiento, a la producción y la distribución de recursos. La teoría económica neoclásica convirtió la economía en una teoría de la toma de decisiones en el mercado. Se admitió la economía de mercado como el marco natural de las relaciones económicas y se aplicó el modelo a todas las sociedades anteriores ignorando las diferencias en los sistemas productivos humanos, el estudio de la historia quedó reducido al estudio de dos sociedades, la antigua (caracterizada por la irracionalidad y la incapacidad para producir excedente), y la moderna, capitalista e industrial.

El homo hoeconómicus explicaba el comportamiento humano en todas las épocas. Estas robinsonadas son típicas de los economistas desde Adam Smith y son una constante en las simplificaciones históricas planteadas en el estudio de la historia por los economistas. Adam Smith creía que el origen del capitalismo estaba en la tendencia al intercambio inherente a todos los seres humanos, la tendencia natural a trocar y a obtener beneficio.

Esta misma concepción del comportamiento humano ha sido aplicada al estudio del comportamiento económico del pasado. En esta línea han destacado los estudios de la New Economic History.

La cliometría llevó en USA a la radicalización de la cientifización y la matematización de la historia, de los conceptos y categorías históricas.

Este tipo de historia era realizada por economistas sin formación de historiadores que intentaban aplicar las leyes económicas capitalistas a otras épocas (con lo que caían en un peligroso anacronismo) con la dificultad añadida de necesitar datos estadísticos fiables.

Son interesantes los trabajos de Fogel sobre el impacto del ferrocarril en la revolución industrial utilizando hipótesis contrafactuales; sin embargo, se ha criticado a estos economistas metidos a historiadores su anacronismo y su excesiva abstracción que les llevaba a dejar de lado factores históricos de suma importancia. Genovese fue especialmente crítico con la aplicación de este método al sur esclavista de EEUU por parte de Meyer y Conrad al considerar una falacia analizar un sistema como el esclavista únicamente desde el punto de vista teórico.

Sin embargo, durante el siglo XX, la tendencia sustantiva del estudio de la economía ha sido predominante entre los historiadores dedicados al estudio de la historia económica. Este planteamiento ha señalado la especificidad de cada época histórica y la inaplicabilidad del modelo de mercado a sociedades anteriores a la capitalista.

El estudio total de la historia implicaba el estudio económico, algo planteado por Bloch y Febvre con su manifiesto fundacional de los Annales y presente en la obra de Braudel. La economía debía estudiarse dentro de su marco histórico. Tiene unos ritmos propios, señalados por Braudel.

La Historia serial, dentro de la escuela de los Annales (Labrousse), es un ejemplo de esta forma de plantear el estudio económico del pasado. Procuraba no dejar de lado los factores económicos de los sociales y se basaba en el uso de series de datos numéricos teniendo en cuenta lo específico de las leyes económicas de cada época. Los estudios de los marxistas británicos sobre la transición del feudalismo al capitalismo se encuadran dentro de esta línea teórica.

En época más moderna, y los estudios de sistema mundo desarrollados por Wallerstein, Amin y Gunder Frank han vuelto a poner en cuestión el problema de los orígenes del capitalismo y el nacimiento de la economía mundo. La época moderna es una encrucijada en la que se producen los cambios fundamentales que dan origen al capitalismo.


Bibliografía

ARÓSTEGUI, J. (1995) : La investigación histórica: teoría y método. Crítica, Barcelona.

BARBER, J.W. (2005) : Historia del pensamiento económico. Alianza Universidad, Madrid.

BLOCH, M. (2001) : Introducción a la historia. Fondo de Cultura Económica, México.

BRAUDEL, F. (2005) : Las ambiciones de la Historia. Crítica, Barcelona.

HOBSBAWM, E.: (1998) : Sobre la historia. Crítica, Barcelona.

Páginas web:

http://www.rae.es/.

http://www.cch.unam.mx/historiagenda/6/contenido/st4.htm




Mercedes Esbri Ollero